Muchas son las historias que nos cuentan nuestros antepasados sobre los acontecimientos que hicieron de nuestro pueblo lo que ahora es, sin embargo pocos conocen que un día la enfermedad más temible en el México a principios del siglo pasado llegó a Santa Anita.

 

Según un documento extraído del Archivo Histórico de Jalisco y publicado en el libro titulado Documentos y datos raros o poco conocidos sobre Tlaquepaque de Bernardo Carlos Casas, da cuenta de la aparición del tifo en la población, incluso la muerte de un vecino de Santa Anita por dicha enfermedad en el año de 1903.

 

En ese entonces un doctor del pueblo llamado Ramón Gómez dio la noticia de un enfermo muerto por tifo en la localidad al entonces Comisario Político de Santa Anita, Margarito Rodríguez mediante una carta que dictó lo siguiente:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Comunico a usted Sr. Comisario Político que fui llamado a esta localidad para asistir a un enfermo, y en dos o tres de esta misma localidad he encontrado signos netamente manifiestos de “Tifo”. El enfermo, que he asistido tuvo la terminación fatal. De las otras no he podido saber el resultado ; sin embargo, están sumamente graves. -Lo comunico a usted, para que dicte las medidas que el caso requiere, advirtiéndole, que en la casa del enfermo mencionado he dictado y practicado las medidas convenientes, por tratar de una familia, cuyos recursos se prestan a ello.

 

De esta forma el doctor Gómez dio cuenta de la aparición en el pueblo de la enfermedad, en ese entonces causa me muchas muertes en el país, tan sólo en Jalisco el tifo causó el deceso de 3 mil 958 personas de los años de 1893 a 1907, por lo que se explica el desconcierto de la llegada del tifo a la población.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ante la muerte del vecino de Santa Anita por tifo y los otros posibles casos se tomaron las medidas pertinentes para evitar más contagios como la desinfección de los lugares donde estuvieron los posibles casos y se le pidió a Margarito Rodríguez diera cuenta de esto al mismo gobernador del estado y las autoridades sanitarias de ese entonces, en las siguientes líneas se cierra textualmente la epístola:

 

En acuerdo económico dispuse, en virtud de la urgencia del caso, que el Comisario Político ordenara inmediatamente a la Autoridad Sanitaria del lugar, el aislamiento de los enfermos y de las personas que estuviesen en contacto con ellos, la desinfectación escrupulosa de los lugares y objetos, que hayan ocupado procurando investigar el origen del mal y dando cuenta al consejo, con la brevedad posible.

 

Lo que comunico a usted, en cumplimiento del Art. 5 del Código Sanitario, a fin de que, por su digno conducto, pase al conocimiento del C. Gobernador.

 

Libertad y Constitución,

Guadalajara,

Enero 26 de 1903.

 

Una terrible experiencia y causa de pánico en la sociedad de nuestro pueblo que afortunadamente no pasó a mayores escalas, pero que sin duda marcó la pauta para formar una concencia de prevención en los hogares de Santa Anita en cuanto a enfermedades virales.